viernes, agosto 04, 2006

Juro que lo he intentado, no desvelarme, porque dicen que eso provoca locura, pero siempre hay algo que me despierta en la noche... y me encanta andar descalza en mi recamara con el suelo helado...la conozco perfecto, ahi esta el tocador y la silla con un monton de libros encima, el perchero y las bolsas, la televisión que rara vez enciendo, mi escritorio la computadora, mi ropero, un buró, otro buró...la muñeca que me da susto, las velas, el encendedor...las plumas y el papel...la cama vacia de mi hermana...la ventana que no enseña nada, la puerta siempre cerrada, el cuadro que no me gusto y la pared rayada.
Anoche no fue la ecepción, cerré el libro a la 1:20...un fin sublime, sentí ganas de llorar, de nuevo...pero estaba tranquila, así que ese llanto queda postergado, Salve al escritor!.
Saqué el otro...unas hojas, que weba "el gran hermano", gente fabricada...me chocan...mejor lo cerré, era tarde, muy tarde... me encontré otro...unas páginas, demasíado raro para la hora, seguro tendría pesadillas.
Apagué la luz, dormité unos minutos y zaz, una explosión, una retahila de palabras..."paren paren, necesito dormir"...oh iluminación para el ensayo...aunque hoy me parece una basura...da igual (La felicidad como meta dela educación, una falacia)...después lo término.
Se escuchan pasos y la puerta se abre "son las tres, ya apagate!", mi padre...
De nuevo apagué la luz, y ahí viene...ni modo, a escribir con la bondad de una vela algo que va más o menos así:

Entre tus palabras con clavos.

Cada palabra me clava en tu estado
y me pregunto a cada trago, por qué
si el amor daña vidas
seguimos enamorados.

Cada palabra tiene un filo
y trasgrede mi integridad,
individualidad comprada...
pseudo fanatismo narcisista.

Cada palabra te inserta en el mar
y en la meseta de esta noche incierta
en donde tu luz y mi obscuridad se juntan
buscando impregnar de vida a está estrella muerta..

Cada palabra nos clava en esta claridad de vida
buscando felicidad y nuevas alegrias...
y esperando no sangrar, dejo que martilles una vez más...
deseándo que puedas encontrar a esa que te dice amar.


La mera verdad, ni iba así, tiene unas cosas que son ilegibles, por la droga del insomnio y su madrugada...algunas cosas ni riman...pero es lo rescatable y habla de como me sentía.



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