jueves, marzo 09, 2006

Aún recuerdo como fue la mañana de ese primer día en que sabíamos que él ya no amanecía con nosotros...esa mañana tenía un halo de misticismo y en el aire pesaba el dolor.
Supe que era de mañana porque mí mamá me lo dijó y no tuve de otra que mirar el reloj...una llamada, otra llamada, ambas confirmaban lo mismo, era real.

Ese sueño, ese gran viaje del que quizá aún no he regresado comencé a vivirlo desde la tarde anterior, quisiera poder expresar mi confusión...la duda, la búsqueda, más búsqueda, destrucción, duda, el temblor, la angustia, búsqueda, la presión en el pecho...el presentimiento, búsqueda...respuesta, respuesta...la explosión; aquél chispazo que se llevó su dolor y mi alma, mis fuerzas, mis ganas de luchar, la imposibilidad de sonreir sin pensar "no más sonrisas mágicas".
Qué momento para morir!!, ídoneo para él, desesperante para mí!, estupidamente inexplicable.
Ahora es tarde para todo, la gente me dice "para tu vida no", qué saben si no comparten este dolor, qué saben sin nadie les dejó en el correo un pase de abordaje, qué saben si aún no deciden ir con maleta o sin ella...qué saben si no saben si abordar o no.

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