Se trataba de escribir una historia, una historia que maquillara el resentimiento que se tienen el alma y el cuerpo.
Una historia que borrara la sensación de unos labios adormecidos y traspasara el dolor disfrazado de sonido.
Haber llegado a este punto, a este escenario de la vida cotidiana en donde la gente me conoce pero no, en donde hundo mi tristeza y visto mis alegrias de grandeza, en donde una y otra vez repito ese ciclo de: vuelo y caída - vuelo y caída ; Haber llegado a este punto se lo debo a toda esa gente que ha compartido mis vivencias, al sol que nunca ha entrado en mi ventana y no me despierta, y, a la agonía que día a día me alimenta.
Fue en julio, lo sé...seguramente una noche lluviosa de julio, inspirada quizá por las letras de alguien más, fue esa noche incierta en la que decidí seguir este camino adornado de resurreción después de tantas salidas y entradas.
Esta actividad que es como el jugo de un limón: refresacante pero acida, me ha quitado la experiencia de una garganta seca...de una vida reseca, por ello deseo agradecer a todos aquellos que me conocen y de vez en cuando me leen, Gracias!...y a todos aquellos que nunca me han conocido y por ende jamás me leeran:...todos los días elevo una oración para que nunca lo hagan...
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*post conmemorativo: catarsis o egolatría?.
Foto: Galeria Aguita-Jts INC.
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