lunes, noviembre 01, 2004

a Dios...

No entiendo como se puede pasar de la felicidad a la tristeza...que cambios, que horror..y es que, mi enojo se convierte en tristeza.

No más por recordar que mi señora madre me llevo con chantajes a escuchar misa, me puse mal...
fue un castigo, no es que reniegue de la religión y mucho menos soy una atea empedernida...claro que hay un Dios, no se cual ni como sea, pero lo hay...solo que detesto la transformacion de la gente al momento de entrar al templo...todos son buenos, todos sonrien y se dan golpes de pecho...mucha gente ha convertido a esta religion en algo poco creible, en una escapatoria cursi a toda su maldad e indiferencia, en una practica conveniente y obsoleta al momento de actuar.

Ah que coraje...que tristeza...por eso nunca voy, porque me deprime tanta farza, varios grupos de personas entran aparentando ser una familia cuando el resto de la semana se diluyen y parecen no conocerce, nunca hablan, en sus actos hay rencor y desconfianza...toda la semana son perfectos desconocidos, no saben como es que estan en esa casa, aun no entienden porque usan el mismo baño y duermen respirando el mismo aire; hay envidia, es que, recordemos, no es una verdadera familia, hay codicia y descontento...ah pero eso si, el domingo, nada de eso...todos planean cambiar porque fueron a misa...

No y eso no es lo peor en todo caso...si hubieran visto lo que yo vi...que escena tan mas grotesca...
Entran dos chicas con cara de asombro ( no hay que restar la importancia artistica), dos señoras se sientan de su lado...hablan sobre algo, se rien mientras los demas estan orando en silencio (y yo, claro me estoy durmiendo), sacan de una bolsa de papel otra bolsa pequeña de frituras y comienzan a botanear como en cualquier milonga vulgar, creen que nadie las observa ¡mal, mal!...lo hacia yo... y lo que era peor, las escuchaba...
Supongo que cansadas de tanta monotonia y murmullos casi furtivos, dijo una de las mujeres, acertadamente "ya vamonos, no?"...de la nada se pusieron el disfraz de mujeres respetuosas, se incaron y sus rostros se tornaron prudentes (dato curioso, aun tenian las frituras en las manos pero las juntaban pidiendo algo)...se persignaron solemnemente y al momento de levantarse eran otras...personas de bien, como todas las personas que salen de cualquier templo despues de orar y "estar bien con dios".

Relatar como sali del lugar da pena...poco me falto para correr mi mama me vio con cara de asombro y descontento, pero tanta cosa junta ( calor, gente y funcion) me provocaban dolor de cabeza...


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