Fui educada por dos corrientes de pensamiento paterno- materno- familia en general distinto. A la usanza de lo que diga el capricho y lo que mande la represión.
A mí me enseñaron a "Dar las gracias" más bien como un acto de buenos modales de niña bonita y no como un acto de verdadero reconocimiento y aprecio por lo otorgado.
La vida se ha encargado (ya sea de manera dulce o dolorosa) de enseñarme a dar las gracias con el corazón y con la vida misma, vibrando desde lo más profundo ese "gracias" por lo que se me da y por lo que se me quita.
Honestamente no es sencillo, uno cree que sólo por existir la vida te tiene que ir dando todo, así que cuando las cosas llegan, lo que menos piensas es en agradecer.
Ahora bien, no se diga de las cosas que nunca llegan o que se nos dan y después se van o se quitan, uno no comprende...entonces ¿Cómo agradecer?
Como lo he dicho ya, la vida ya se ha encargado de hacer lo propio y me ha enseñado a agradecer, aunque a veces lo que me pase no tenga aparente autor, simplemente digo un "Gracias" sincero que siento en el corazón, se siente bonito, en ocasiones (y no sé si en respuesta) mi cuerpo se estremece y los ojos se me inyectan...me gusta la sensación, me provoca pensar que el cosmos me escucha y me lo hace saber de tal modo, sintiendo mi cuerpo.
Tal vez estoy loca, pero esto también me define...qué cosas.
Por ejemplo, una vez me rompieron el corazón...y en el paróxismo de mi dolor, entre lagrimas decía " Gracias por esto, por hacerme vivir esto, por hacerme sentir esto, porque sé que todo tiene un fin...incluso esto, pero ya...ya estuvo"...así lograba reconfortarme.
Así es, mazoquistamete también doy gracias por las cosas tristes y las aparentemente malas. No se diga por lo bueno, por la vida, el amor y la dicha.
Todo esto comienza a tener razón desde este párrafo.
Doy gracias por mi vida, por mi cuerpo que siento y que sienten.
Por mis emociones proyectadas y no proyectadas.
Agradezco día a día por el habla y la comprensión que me fue dada para darme a entender y expresar a quien amo lo que me pasa.
También agradezco a lo que sea que me pone en los caminos que tuve y que tengo que transitar para llegar a mi destino. Gracias por lo que se rompió, desvió o desapareció de mi vida.
Agradezco a mis motivos y a mi manera de ser, por mantenerme en la linea y no dejarme vencer por más pateada y sola que me sienta.
Doy gracias a mi mente y a mi personalidad que ha logrado mantener su conexión y flexbilidad, por permitirme tener aún imaginación y chispa.
Gracias por todo lo que me pasa, porque a veces aunque duela, lo quiero vivir porque me toca.
Gracias por mi intensidad, por mi entrega, por mi lealtad... por enseñarme a tener gratitud.
Ahora bien después de leer todo lo que han leido, pensaran: "¿Qué le pasa a Daniela? ¿A caso se ha deschavetado?...le ha dado por agradecer por todo."
Digamos que es el momento para hacerlo, por un motivo simple y especial: esta tal Daniela esta de cumpleaños.
Así es, muy a mi pesar me estoy haciendo niña grande...
Cada vez que es mi cumpleaños me gusta escribirme cosas, dedicarme canciones o regalarme algo...después de todo el trabajo es mío ¿no?.
No sé a quién este dirigido este post, no sé si valga la pena leer o comentar. Mi intención en realidad sólo es dejar una huella más de mi paso por esta vida y si no se nota físicamente pues por lo menos que se pueda leer, ja.
Felices 24.
*Claro, esta es la hora en que llegué a este mundo loco.