miércoles, junio 03, 2009

Las calles que no conozco...

Descontando los años que no he vivido en esta casa, más los años en los que no sabía caminar ni salir a la calle sola, son aproximadamente 15 años de caminar por las mismas calles todos los días, a veces hasta más de tres veces al día, pues son las calles que rodean la llegada a mi hogar, dulce hogar; entonces cómo es posible que me pasen siempre las mismas cosas, como si fuera rutina, al menos una vez al mes me equivoco en algo que me hace pensar que no conozco el sitio que me rodea y donde vivo.

Ejemplo1: El maldito perropequeñomolestoymaricon.
Tengo unos vecinos que tienen dos mascotas, una más molesta que otra, un perro pequeño y consentido que toma un "descanso" en las escaleras de la casa alrededor de las 12 a las 4 de la tarde (un intervalo muy amplio...pero es un perro flojo). El caso es que, el diseño de la casapermite que el perro alcance altura para mirar a la calle y se de el lujo de molestar solo a algunos que pasan por ahí, ladra como si tuviera rabia y brinca a la reja como si uno fuera el objeto de su furia, entonces asusta. Peroooooo, hay un gran pero, tiene favoritos y no a cualquiera asusta y molesta... yo, soy de sus amados favoritos.
Entonces cuando camino con premura y susto por ir atrasada, zaz sale el perrillo con su teatro de rabia y furia y me asusta. Lo malo es que siempre olvido que esta ahí y pongo mi granito de arena para que salga victorioso.

Ejemplo 2: La banqueta de los vecinos.
Tengo otros vecinos que en su afán por sobresalir y hacer pensar que eran de otra "categoria" mandaron a modificar su banqueta, poniendole un caminito peligroso de piedritas de río. Pero obviamente la banqueta quedo mal hecha, con bordes extraños y poco seguros para los peatones. Entonces la gente que no tiene una motricidad gruesa precisamente ejercitada o/y desarrollada, tropieza toooorpemente con los bordes sin caer, lo que ocasiona ese tipo de "tropezón" molesto que deja la huella de bochorno. Y yo, claro, casi siempre tropiezo por lo menos una vez a la semana, de noche y de regreso a casa.

Y así hay muchos ejemplos, que más bien por la rutina no deberían de ocurrir...pero siempre olvido y siempre tropiezo, me asusto o me enojo en los mismos lugares de siempre, de modo que estas son,las calles que no conozco...