Mi verdadera historia

Nunca me he considerado una martir.
Mucho menos he hecho creer a los demás que sufro infinitamente por lo que me pasa.
Es cierto, todos estamos rodeados de mierda...todos somos hipócirtas e insensibles, todos hemos hurtado algo, así como a nosotros nos han robado también.
Porque como dice aquella frase: "la vida da lo mismo que quita"...todo eso es cierto.
Es más, hasta creo que a veces el karma se ha asegurado de recordarme su existencia, por más cruel que parezca; por ejemplo, el otro día mientas me quejaba amargamente con una buena amiga acerca de cosas de la vida, ella me dio un chingadazo verbal que me puso en mi sitio:
-Es que, la primer vez que no ponía el cuerno a uno de mis novios, y él no lo valora y que hizo???, nada, se largó. Te juro, que a todos los traté como quisé...
-Entonces podríamos decir que la vida te las cobró todas?
(Largo pensamiento amargo...)
-Oye, que pinche inteligente eres...nunca lo había visto así y en parte hasta me deja más conforme esta idea.

Nunca me he considerado una martir, jamás lo voy a ser.
Yo no soy la peor de todas, aunque me esmero. Tengo largo tramo recorrido y por mi vida han pasado cosas que para algunos son insospechables todavía, aunque a veces el alma atormentada se manifieste en mi físico, he logrado trascender ciertas cosas y ver la vida con filosófia, estoy bien y estoy contenta, aunque a veces también la vida se esmere en ponerme al límite de lo "humanamente soportable".
Es cierto, así como dicen...algunas veces he sido una cabrona, o una hija de la chingada...como quieran decirme, que para el caso es lo mismo y al fin ni me arrepiento de nada, que si hay algo que menos tengo es ser cobardona. Es cierto, es cierto todo eso, pero también he sufrido y he llorado amargamente por perdidas y por errores mios...pero nunca me he quedado abajo y mucho menos he negado mi coresponsabilidad.
Mi vida está infinitamente matizada y nada me aflije demasíado a fin de cuentas.
Nunca he vendido mi historia como un cuento caro por el cual deba pagarse el precio del pseudoamor y la protección lastimera.
Jamás me he escudado en mis problemas para hacerme pendeja, para no tomar decisiones o para decir "ay perdón así soy yo...quiereme".
Nunca me he pintado ante nadie como una triste mujer que ha sufrido o que sufre.
Porque así como he sufrido, el doble lo he gozado.
No soy una mujer débil, tampoco soy una chica absolutamente tierna, podría decir que mi mente a veces es demasíado obscura como para intentar urgar en ella,pero conozco la lealtad y me esmero por ser honesta y no vivir de la farza para darme a quien quiere recibirme.

Es por eso que detesto cuando alguien intenta hacerme ver como una martir, es por eso que detesto que sigan pensando que sufro por alguien, que me lastima su misma presencia.
Detesto que me hagan lucir como una chica débil, que sufre por los rincones y se flagela...

No soy nada de eso. Nada tiene que ver conmigo.
Y en estos momentos lo úinico que me "debilita", es tu percepción erronea de mí.