Contradicciones jocosas

-Pues ¿en dónde tienes la cabeza?, corazòn...-Dijo con sorna, gesticulando una sonrisita estupida que dejaba ver que de alguna manera se siente con un poder hipnotico sobre mi.

-¿Pues en dónde más?...corazoooooooon.
Estaba que no me aguantaba, nunca me había pasado, nunca había tenido tales descuidos: había perdido el libro que estaba leyendo: Para que no me olvides de Marcela Serrano, jajajaja...bastante contradictorio e hilarante ¿no es así?
No se en dónde lo olvidé ni como fue, si me lo robaron, si lo dejé, si esta mal acomodado.
Tal hecho me hace sentir muy triste, demasíado; por ejemplo, yo no sé a quién se le ocurrió la idea de que dejar libros olvidados en las bancas era una manera de contribuir a la culturalización de la gente, una manera de "hacer patria", chingaderas, dejar un libro así no más se me hace el acto más cruel, ingrato y vil de desamor...
Y ahí anda mi libro a medio leer, en manos de quién sabe quien que no tiene por escritores favoritos a Marcela; Esta probablemente olvidado, conteniendo mis más recientes secretos, intimos!...con tantas acotaciones, tantas frases subrayadas y palabras circuladas, con mi marca y mi fecha, y entre sus hojas mis anotaciones sobre locuciones latinas (mi actividad ociosa para las horas muertas) tan sólo, tan poco amado...porque lo que se ama no se deja.
Perdón por mi descuido