Sobrecarga emocional...


Es toda una aventura, anadar por ahi sintiendo y sintiendo, pero sobre todo ponerle a todo pasión, no sé...al menos yo estoy enferma por vivir y la cura es ponerle pasión, aunque sea tantita...untada o espolvoreada, todo sabe mejor.

Lo malo es cuando los otros dicen literal "no me importa", chale... hoy mi mamá me lo dijo así y me caí y ahora estoy llorando, porque soy bien intensa y qué diablos?, yo lloro cuando ya no se a dónde hacerme ni en qué ocuparme, y siempre llegan las respuestas...nunca antes, todavía no estoy tan loca, receptiva hasta el hartazgo....pero aún no tan loca.

Mientras estoy viendo ir y venir una naranja en mi escritorio y espero a ver si tiene algo que decirme, pero creo que no...haha.

Creo que ya llevo muchas horas despierta, extraño las siestas de la tarde..pero hay que aprovechar el día..y al ratín también habrá que levantarse temprano, un horrendo circulo vicioso, porque en el fondo a mi me gusta más dormir....




Ahhhh...hoy Helen me platicó que encontro de nuevo a Damián, será que hay personas que en definitiva estan destinados?. Yo creo que Damián tiene razón y mi hermanita ha sido muy perseverante. Dudo mucho que alguno de los dos llegue a leer esto, pero les deseo lo mejor y tal vez... ese sueño tan bizarro que tuve un día, se cumpla porque después de todo, parece que la única ausencia que ha habido es la física, no cabe duda que la mente es asquerosamente poderosa.
Chispas!!!, haciendo cuentas...Helena Aurora tiene completamente volcada su líbido en José Damián desde hace 7 años, joder!!!.


Ahhh...eramos tan pequeñas cuando conocimos a esa familia....




Lo sentimental del día, el estres y lo apesurado del ritmo vital no permiten que veamos muchas muchas cosas, hoy...como con tres semáforos descompuestos y muchos minutos de retraso, iba en el transporte moviendo con desesperación una pierna y pensando "carajo! de que sirve que me levante a las 6..." De pronto, un niño de esos que transpiran inocencia y ternura se fue recargando poco a poco en mi brazo izquierdo, nisiquiera me veía...sólo veía a la ventana.... y yo me sentí como un algodón de azucar sabor uva, me impresionó tanto que ese acto lograra tranquilizarme sin mesura...

Especulando, quizá Virginia Wolf diría que todos los días ocurre algo asombroso...